A TRAVÉS DE LA VENTANA, 4.
En estos días (semanas, meses) en los que parece que la crisis se muscula sin límite para asegurarse un golpe que, esto sí, caerá necesario sobre el mundo paria de la mayoría (es decir, de todos nosotros) uno trata ingenuamente de refugiarse en libros que no le salvarán. Por qué este empeño. Quizás por ver algo cuando se mira. Un paisaje posible. Seguimos catalogando libros que nos gustan y puede que en ellos busquemos sosiego, en el hecho de tenerlos (incluso de leerlos) o de poderlos ofrecer. Puede que en ellos busquemos solo compañía. Gracias por las fotos, Esther.


