Hemos terminado de leer a Raquel Lanseros (Jerez de la Frontera, 1973) con el mes de febrero de LUCES DE CANTINA, esa actividad que tiene lugar cada lunes en la cantina Casa Chichí de mi querido Olmedo, a razón de una obra al mes. Hemos leído también a José Jiménez Lozano, Vicente Rodríguez Manchado y Ramiro Calle, y en marzo leemos a Aldous Huxley: empezamos el día 6.
Ha sido gozoso acercarnos a esta gran poeta. Su obra es bella, accesible y profunda. En ella destacamos fundamentalmente su necesidad de rescatar las vivencias como esencias, de manera que todo conocimiento de alguien (conócete a ti mismo, también) es ingenuo (pretencioso?) si no tiene en cuenta la multiplicidad de seres que hay en cada ser, de existencias que son, que fueron y dejaron de ser y, en definitiva, la provisionalidad de nuestras vidas, inasibles, misteriosas…
Aunque he cambiado mucho de color
sigo siendo camaleón
y no rama
No hace tantos meses que supe por primera vez de Raquel Lanseros. Si no recuerdo mal fue cuando recibí un libro de poemas de Edgar Allan Poe que ella traducía y comentaba para Valparaíso Ediciones y cuya colección ella misma dirigía. Mi amigo Erre, que está siempre presente aunque no lo sepa, me habló de Lanseros con más detalle, me la recomendó y yo… le seguí un poco la pista y propuse la lectura de A LAS ÓRDENES DEL VIENTO para nuestra actividad LUCES DE CANTINA. Cuánto me alegro de mi decisión. Creo que todos los amigos de la actividad han disfrutado leyendo en casa y, más aún, haciéndolo de viva voz alrededor de una mesa, comentando…
A LAS ÓRDENES DEL VIENTO es una antología ampliada con algunos trabajos nuevos que recoge poemas entre el año 2005 y el 2015, recogidos de cinco poemarios. Como parte del recorrido de su lectura nos hemos desviado algunas veces hacia Maiakovski, Machado, Cavafis… Nos gusta viajar pero el libro lleva también unos días expuesto en nuestro altarcito del aula de teatro La Guardería y ya se ha vendido algún ejemplar por allí también. Además Esther Pérez Arribas ha llevado otro hasta Cuéllar, donde leyó dos o tres poemas en esa fiesta que se tienen montada por allí de lectura a micro abierto, música y poesía… En La tienda de Lope tampoco faltará un ejemplar nunca y, vaya, nos iremos haciendo con el resto de su obra…
Que no crezca jamás en mis entrañas
esa calma aparente llamada escepticismo.
Huya yo del resabio,
del cinismo,
de la imparcialidad de hombros encogidos.
Crea yo siempre en la vida
crea yo siempre
en las mil infinitas posibilidades.
Engáñenme los cantos de sirenas,
tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua.
Que nunca se parezca mi epidermis
a la piel de un paquidermo inconmovible,
helado.
Llore yo todavía
por sueños imposibles
por amores prohibidos
por fantasías de niña hechas añicos.
Huya yo del realismo encorsetado.
Consérvense en mis labios las canciones,
muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.
Por si vinieran tiempos de silencio.
Raquel Lanseros, ente 2005 y 2015.
Valparaíso ediciones, 2015.
108 páginas. Pvp: 10 €.